“El pasado es un prólogo”
– William Shakespeare
De la mano del último artesano de Faro, centro histórico de alfarería perteneciente a Limanes -parroquia civil de Oviedo-, y maestro alfarero José Manuel Vega Gutiérrez, “Selito”, este documental muestra, a lo largo de sus treinta y nueve minutos de duración, a través de dos líneas narrativas paralelas, todo el proceso de trabajo de un arte que empezó como necesidad en el siglo XI y ha trascendido de manera ininterrumpida hasta nuestros días a la par que “Selito” nos explica las principales piezas, exclusivas de Faro o de ámbito más universal, de la alfarería.
Selección del barro, amasado y torneado, repasado, horneado, esmaltado, decoración… son parte de los procesos de un arte funcional que, si bien puede parecer anacrónico en estos tiempos tan digitales, sirvieron a lo largo de muchos siglos para traernos hasta aquí pues, a pesar de la función decorativa que podemos aplicar hoy en día a las piezas de la alfarería de Faro, no existe ni un solo objeto de este arte que no haya sido creado para cubrir una necesidad concreta dentro de la vida cotidiana: desde el plato para comer (“Selito” nos lo deja bien claro: “en la mesa no hay ningún tipo de sofisticación, no hay plato hondo ni plato llano”) hasta el barbón -cántaro de agua de tres asas- pasando por escudiellas, pucheros, cazueles, jarras, botías para hacer mantequilla, tarreñes para elaborar el queso de Afuega’l pitu, gallos, teteras, etcétera. Todo ello con los dos tipos de barro en la alfarería Faro: negro y para esmaltar.
El barro negro de Faro se ha usado desde hace mil años y es tan particular en cuanto a su composición, con alto contenido en metales –óxidos de hierro y manganeso-, que sólo se encuentra otro con similares características en una región de Chile. Esto hace que, al cocerlo en el horno, se esmalte a si mismo dotándole de su particular aspecto negro.
El barro de esmalte es aquel al que el maestro alfarero, tras la primera cocción, le aplica un esmalte y lo decora para volver a cocerlo de nuevo y vitrificar la pieza. Buena parte de los motivos decorativos mostrados en este tipo de piezas son exclusivos de Faro como es el caso de la páxara, mezcla de ave y cetáceo que contiene un huevo en su interior como símbolo de fertilidad, que usamos para basar todo el desarrollo de la identidad del Centro de Alfarería de Faro.
Indiscutiblemente, el valor principal de este trabajo es la figura, profesional y humana, de “Selito”. Último exponente de un gremio que fue durante siglos centro productor por excelencia a la vez que exportador de maestros alfareros a otros puntos geográficos, “Selito” nos abrió sus puertas desde el primer día –esto no es una excepción: lo hace y así lo hemos visto con cualquiera que llegue a su taller, conocido o desconocido- y nos regaló valores y momentos que consideramos un lujo en estos tiempos, como ya mencionamos previamente, tan digitales donde aquello que no es inmediato parece no ser válido o aceptable. Es por ello que, desde el primer momento, no sólo tuvimos claro que tenía que ser el propio “Selito” el narrador de su vida y obra. Tenían que ser sus propias palabras, dejes, giros y expresiones los que nos tenían que coger de la mano para realizar este recorrido. “Selito” es la alfarería de Faro y la alfarería de Faro es “Selito”.
El documental se presentará el próximo sábado, 9 de enero, en el Centro Social de Faro. Se ha realizado una edición en DVD y Blu-Ray. Además de su difusión en el futuro Centro de Interpretación de Alfarería de Faro se está valorando su distribución como material didáctico en colegios.
Aquí os dejamos un pequeño avance:
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